La historia interminable

Como primera actividad del foro, un poco light y para empezar a darle cuerda a la participación, os propongo un juego literario. Bastante famoso, pero no por ello tiene que ser igual que en todos los sitios :3

Se trata de crear una historia en conjunto. En cada mensaje vamos copiando lo ya escrito y añadimos una nueva frase, un par de lineas como mucho, para poco a poco ir montando una historia entre todos. Para marcar mejor qué es lo que hemos escrito, se agradece que se marque poniendo el texto en cursiva o negrita~

Empiezo yo:

Todo había acabado cuando despertó. Feliz, alzó la vista, encontrándose con

Todo había acabado cuando despertó. Feliz, alzó la vista, encontrándose con la única imagen que deseaba ver en ese momento: ella estaba allí.

Todo había acabado cuando despertó. Feliz, alzó la vista, encontrándose con la única imagen que deseaba ver en ese momento: ella estaba allí. Al alcance de su mano, tan perfecta, tan hermosa, tan etérea...

Todo había acabado cuando despertó. Feliz, alzó la vista, encontrándose con la única imagen que deseaba ver en ese momento: ella estaba allí. Al alcance de su mano, tan perfecta, tan hermosa, tan etérea... Sin pensarlo dos veces se le acercó, titubeante, alzando la mano para tocarla cuando

Todo había acabado cuando despertó. Feliz, alzó la vista, encontrándose con la única imagen que deseaba ver en ese momento: ella estaba allí. Al alcance de su mano, tan perfecta, tan hermosa, tan etérea... Sin pensarlo dos veces se le acercó, titubeante, alzando la mano para tocarla cuando él la llamó y detuvo el avance de su mano, a unos escasos centímetros del rostro de ella.

Todo había acabado cuando despertó. Feliz, alzó la vista, encontrándose con la única imagen que deseaba ver en ese momento: ella estaba allí. Al alcance de su mano, tan perfecta, tan hermosa, tan etérea... Sin pensarlo dos veces se le acercó, titubeante, alzando la mano para tocarla cuando él la llamó y detuvo el avance de su mano, a unos escasos centímetros del rostro de ella. Sus miradas estaban tan compenetradas y sus cuerpos tan inmóviles, solo estaban dejando que lo que abarcaba su interior se elevara entre ellos, como un tibio calor.

Todo había acabado cuando despertó. Feliz, alzó la vista, encontrándose con la única imagen que deseaba ver en ese momento: ella estaba allí. Al alcance de su mano, tan perfecta, tan hermosa, tan etérea... Sin pensarlo dos veces se le acercó, titubeante, alzando la mano para tocarla cuando él la llamó y detuvo el avance de su mano, a unos escasos centímetros del rostro de ella. Sus miradas estaban tan compenetradas y sus cuerpos tan inmóviles, solo estaban dejando que lo que abarcaba su interior se elevara entre ellos, como un tibio calor. Pero no podía ignorar su llamada; a pesar de que todo había acabado, aún quedaban cosas por hacer. Se dio a vuelta, dejándola atrás y dirigiéndose hacia

Tema: Re: La historia interminable Ayer a las 1:41 pm
Todo había acabado cuando despertó. Feliz, alzó la vista, encontrándose con la única imagen que deseaba ver en ese momento: ella estaba allí. Al alcance de su mano, tan perfecta, tan hermosa, tan etérea... Sin pensarlo dos veces se le acercó, titubeante, alzando la mano para tocarla cuando él la llamó y detuvo el avance de su mano, a unos escasos centímetros del rostro de ella. Sus miradas estaban tan compenetradas y sus cuerpos tan inmóviles, solo estaban dejando que lo que abarcaba su interior se elevara entre ellos, como un tibio calor. Pero no podía ignorar su llamada; a pesar de que todo había acabado, aún quedaban cosas por hacer. Se dio a vuelta, dejándola atrás y dirigiéndose hacia él. No podía evitarlo, quería seguir con ella frente a sus ojos, pero no siempre se tiene lo que uno quiere.

Todo había acabado cuando despertó. Feliz, alzó la vista, encontrándose con la única imagen que deseaba ver en ese momento: ella estaba allí. Al alcance de su mano, tan perfecta, tan hermosa, tan etérea... Sin pensarlo dos veces se le acercó, titubeante, alzando la mano para tocarla cuando él la llamó y detuvo el avance de su mano, a unos escasos centímetros del rostro de ella. Sus miradas estaban tan compenetradas y sus cuerpos tan inmóviles, solo estaban dejando que lo que abarcaba su interior se elevara entre ellos, como un tibio calor. Pero no podía ignorar su llamada; a pesar de que todo había acabado, aún quedaban cosas por hacer. Se dio a vuelta, dejándola atrás y dirigiéndose hacia él. No podía evitarlo, quería seguir con ella frente a sus ojos, pero no siempre se tiene lo que uno quiere. Ignorando el deseo de su corazón se alejo de apoco sin despegar sus ojos de los de ella, era doloroso y ella era la masoquista que quería la distancia de sus corazones, de sus vidas y todo aquello que hasta ahora conocían... ¿Acaso terminaría la tortura de su lejanía y permitiría que prevaleciera todo aquello que ellos sentían?

Todo había acabado cuando despertó. Feliz, alzó la vista, encontrándose con la única imagen que deseaba ver en ese momento: ella estaba allí. Al alcance de su mano, tan perfecta, tan hermosa, tan etérea... Sin pensarlo dos veces se le acercó, titubeante, alzando la mano para tocarla cuando él la llamó y detuvo el avance de su mano, a unos escasos centímetros del rostro de ella. Sus miradas estaban tan compenetradas y sus cuerpos tan inmóviles, solo estaban dejando que lo que abarcaba su interior se elevara entre ellos, como un tibio calor. Pero no podía ignorar su llamada; a pesar de que todo había acabado, aún quedaban cosas por hacer. Se dio a vuelta, dejándola atrás y dirigiéndose hacia él. No podía evitarlo, quería seguir con ella frente a sus ojos, pero no siempre se tiene lo que uno quiere. Ignorando el deseo de su corazón se alejo de apoco sin despegar sus ojos de los de ella, era doloroso y ella era la masoquista que quería la distancia de sus corazones, de sus vidas y todo aquello que hasta ahora conocían... ¿Acaso terminaría la tortura de su lejanía y permitiría que prevaleciera todo aquello que ellos sentían? Había ido a despedirse. Al despertar creyó que no era más que una pesadilla, pero el tren partía en pocos minutos y tenía que decirlo rápido. Soltó aquél brazo que le apretaba y corrió de nuevo a por ella, agarrándole del brazo para decirle